A propósito de las fiestas festivas de fin de Año vienen a mi memoria dos episodios vividos aquellos años en la que solíamos retornar al barrio casi religiosamente para compartir con nuestras familias y con los amigos de siempre las celebraciones de navidad y año nuevo. Todo esto implicaba contar con los recursos para poder afrontar la seguidilla de compromisos que se programaban y que no podíamos dejar de asistir. En esa época la mayoría estudiábamos y casi siempre las monedas escaseaban en nuestros bolsillos, la mesada de diciembre se esfumaba en navidad y había que hacer malabares para conseguir recursos con vistas a la fiesta del 31 en el Victoria.
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HISTORIA DE UN FESTÍN
Para quién pasa un buen día de playa después de haber celebrado a todo dar, durante el camino de regreso no pensamos en otra cosa que en llegar cuanto antes a casa para comer cualquier cosa puesto que el hambre nos agobia. Resulta que aquella tarde cuando ya estaba bajando por el cerrito para cruzar la pista veo a Mirtza Chavez (inolvidable amiga), parada en su puerta, invitando a todos los playeros a su casa. Picado por la curiosidad apuro el paso y al llegar junto a ella escucho que me dice "las palabras mágicas": 'Carlos pasa que te invito a comer un "conejo en punto de seco" que acabo de preparar'. Ustedes conprenderán que no dude un segundo en aceptar la propuesta, en parte porque estaba con un hambre de los demonios pero además porque Mirtza tenia fama de ser una excelente cocinera. Grande no sería mi sorpresa cuando al entrar veo a toda la gallada ubicada en sus asientos alrededor de una gran mesa y con un rictus de desesperación en sus rostros porque el festin no podía comenzar sin que el último de los invitados -un servidor- tomara su ubicación. Estábamos todos sin excepción. Inmediatamente vemos salir de la cocina a nuestra anfitriona con dos fuentes humeantes repletas de presas de "conejo" nadando en ese jugo característico del seco limeño. El aroma que inundó inmediatamente el ambiente sabia a dioses. Todo el mundo se abalanzo sobre la mesa en busca de una porción de aquel preciado manjar. No tardaron en salir sendas porciones de arroz para acompañar el banquete. Al cabo de 10 minutos solo quedaba en las fuentes algo de jugo. Alguién sugirió si había pancito para darle trámite al preciado "mejunje", al instante apareció una bolsa repleta de pan francés en la mesa. Tres minutos mas tarde las fuentes tenían el aspecto reluciente como si recién se fueran a usar. Fue un verdadero bacanal. Para mi era mi "primera experiencia" con el conejo y demás esta decir que fue uno de los platos mas exquisitos que he probado en mi vida. Para rematar nuestra diligente anfitriona saco una botella de "cañazo" para asentar la comida, mejor servidos ni en nuestra propia casa. El caso es que mismos Zavalas (una vez que comes embalas) ya nos disponiamos a emprender la retirada por lo que solicitamos la presencia de la anfitriona para agradecerle por tantas atenciones, cuando la vemos aparecer con el rostro a punto de reventar en carcajadas y en la mano una bandeja tapada con un mantel. De pronto nos pregunta ¿Saben lo que han comido?. En este instante todos nos miramos las caras de incredulidad como queriendo encontrar una respuesta tranquilizadora. Entonces la "gorda" comienza a levantar lentamente el mantel poniendo al descubierto las cabezas, frescas aún, de los animalitos que habiamos ingerido. Yo creía estar viendo visiones, lo que atribuí al vaso de cañazo que me habia empujado, pero un solo vaso no podía hacerme ver una cosa por otra y las cabezas que veían mis ojos no tenían orejas largas. No, no eran conejos. ¡Lo que teníamos frente a nosotros eran los restos de dos robustos "mininos"!. En ese momento mas de uno se llevó los dedos a la garganta tratando de regurgitar lo comido pero fue en vano. Por algo los felinos tienen uñas largas. La estampida fue general e inmediata. Lo último que alcanzé a ver fue a mi amiga Mirtza matándose de la risa con una mueca de satisfacción por haberse dado el gusto de habernos dado "Gato por Liebre" en el más fiel sentido de la expresión. Mis respetos gordita siempre serás una de las grandes ...
8 de agosto de 2010
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