31 de agosto de 2008

"EL TERCER PASAJE"



Me parece adecuado escribir algo sobre ese lugar que nos albergo durante 33 largos años; esa callecita empolvada que fue el centro de nuestra existencia gran parte de nuestra niñez, adolescencia y juventud; ese sitio en el que crecimos al amparo de nuestros padres, en el que conocimos a nuestros mejores amigos y en el que aprendimos lo bueno y lo no tan bueno que la vida nos podía deparar. En fin un lugar llamado simplemente "3er Pasaje".
Yo tenía casi 9 años cuando llegamos al "barrio" procedentes del 1er Pasaje (el terremoto había dejado nuestra casa inhabitable) y recalamos en el 118. No fue dificil acostumbrarnos y adaptarnos al lugar puesto que muchos de los vecinos eran amigos de nuestros padres y sus hijos estudiaban con nosotros en la misma escuela. Asi pues, recuerdo que en esa época vivian en la calle comenzando por la esquina que da a la Panamericana el "chino" Enrique Jau, Nosotros, la fam. Bazalar, la fam. Camargo, don Beltran y Sra., la fam. Regalado, la fam. Celedonio, la fam. Diaz, la fam. de "chileno", la fam. Martinez, la fam. Montes, la fam. Nuñez y en la otra esquina vivía don Juancito Nuñez, al frente vivian la fam. Salas, la fam. Tamariz, la fam. Echevarria, la fam. Arguelles, la fam. Jara, la fam. Pacheco, "Pishtaco" y fam., el "diablo" Flores, la fam. Correa, La fam. Arana, entre otros.
Esa primera generación de vecinos que tuvimos -sin desmerecer a los que llegaron despues- fue la más entrañable y con la que formamos lazos tan fuertes de amistad que no se han perdido a pesar de los años transcurridos y de las distintas "suertes" que a todos nos ha tocado vivir.
Lamentablemente de todos ellos solo unos cuantos se quedaron, el resto -nosotros incluídos- por diversos motivos ya no vivimos en el Pto. y lo que es mas triste es que muchos ya no estan con nosotros en este mundo. Quisiera nombrar a modo de homenaje a aquellos que nos llevaron la delantera como don Augusto Salas y su Sra. doña Nelly Sanchez, don Carlos Arana, don Amado Martinez, el "pipo" Samuel Rosales, don Beltran y Sra., don Juancito Nuñez, el "diablo" Flores, Carlos "Chanchito" Salvador, doña Adriana Chavez, don Miro, Amparo Bazalar, siempre estaran en nuestra memoria.
Esa era la gente del 3er Pasaje, con la que compartimos alegrias y tristezas, esperanzas y desventuras, amistades y rencores, triunfos y fracasos, tantas cosas que al final solo quedan vivencias y recuerdos de un tiempo difícil pero feliz al fin y al cabo; una época donde todo era mas simple, mas sencillo, mas llevadero; un tiempo pasado que quizas no será el mejor pero seguramente será el mas especial y querido de nuestras vidas ...

29 de agosto de 2008

PLAYAS DE PUERTO SUPE


Esta es una vista espectacular de una de mis playas preferidas
en Supe, la Playa del Amor. Disfrútenla

"EL CARACOL"

A finales de los 70’s, éramos un grupo de mozalbetes de 16 a 18 años viviendo esa etapa tan complicada de la vida como es la transición de la adolescencia a la “adultez temprana” (como yo la llamo). Etapa en la que queremos “ser grandes” de porrazo y comenzamos a tener nuestras primeras experiencias con los llamados “vicios” en los que todo hombre esta casi “condenado” a caer como son: el trago, las chicas malas y la timba. Refiriéndome al primero de ellos pues, comenzamos a frecuentar algunos bares del barrio como “El Azul”, cuya propietaria era una Tía de la cual ya ni recuerdo el nombre, pero si su apariencia, como la Hermelinda de las historietas, y que ademas, se decía que tenía fama de practicar la hechicería, lo cual producía en nosotros una cierta ansiedad –por no decir temor- cada vez que la visitábamos. También nos reuníamos en las tiendas del “chino Juan” y “don Rafa”, ambas colindantes, y especializadas en la preparación de brebajes hechos a base de anisado, ron y alcohol que te hacían entrar en orbita en menos de lo que canta un gallo. Pero había un lugar que recuerdo con especial cariño, en el que pase inolvidables momentos junto a George, Gilbert, Papi, Joselito, el “loco Freddy”, Lucho Salas, entre otros. Ese lugar era “El Caracol”.
Era una cantina a la que se llegaba subiendo la Panamericana, justo a la entrada de lo que ahora es el barrio de José Olaya, precisamente al lado de la casa de Luchin “gato” Flores. Este lugar era propiedad de unos “paisanos”, como la mayoría que habitaba la zona, que en esa época era una “invasión”. Pero, aparte de ser un sitio tranquilo y cercano, tenía dos particularidades que, para nosotros, le confería el distintivo de “especial” y “entrañable”. Primero, tenia un juego de sapo, por el que obligatoriamente desfilábamos para poner en práctica nuestras habilidades con las fichas de metal dorado, tratando de hacerlas ingresar en la boca del batracio, colocado en medio de aquel artilugio de madera, llena de huecos y cajoneras diagonales. Y, en segundo lugar, tenía una Rockola. Sí, esos monstruos metálicos, que por un ingenioso sistema de rodamiento, colocaba el disco previamente seleccionado en el panel delantero. Creo que nunca un aparato eléctrico tuvo tanta magia como este “pionero” de los reproductores musicales.
Pero falta contarles un detalle, el más importante de mi narración. Era el caso que como los dueños de este bendito local eran de la serranía de Ancash, y por tanto, toda la discografía incluida en la rockola eran huaynos, salvo un disco. Esa canción era –y fue allí donde la escuche por primera vez- “Me and Mrs Jones” del inigualable Billy Paul, extraordinario tema que desde ese instante me ha acompañado a lo largo de mi vida y que cada vez que lo escucho -como en estos momentos- me transporta, a través de los recuerdos, a aquellos momentos de juventud, en aquel lugar mágico, jugando sapo junto a los amigos de toda la vida y escuchando la mas entrañable de las melodías

28 de agosto de 2008

PUERTO SUPE EN MI RECUERDO

Saludos amigos y paisanos de ese bendito rincón conocido como Puerto Supe. Tuve la suerte de pasar los primeros 16 años de mi vida en ese lugar, disfrutando de sus maravillosas playas y, en especial, de su cálida gente. Pero, lamentablemente, tuve que dejar "mi tierra" (como la mayoría de los jovenes porteños) en busca de un futuro mejor.
He vuelto muchas veces al Puerto querido y con ello he rememorado con emoción aquellos días inolvidables de los años setentas. Sin embargo, cada vez, esas visitas se van haciendo más distanciadas; y esto no hace mas que acrecentar la n ostalgía y el deseo de volver.
Es por todo esto que, he creado este blog para relatar algunas de las historias que me toco vivir aquellos años, estoy seguro que muchos de ustedes se veran reflejados en algunas de ellas.
Espero recibir sus comentarios, los cuales serviran para enriquecer estas (vuestras) páginas...

Un abrazo y hasta pronto...

Carlos Arenas

Con mis hermanos Luis, Willy y Toño (3er. Pasaje, 1971)

HISTORIAS DE NAVIDAD

  A propósito de las fiestas festivas de fin de Año vienen a mi memoria dos episodios vividos aquellos años en la que solíamos retornar al b...